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He viajado sola a más de 80 países: estas son las 8 cosas que hago para estar segura

Llevo viajando por mi cuenta desde los 18 años. Después de visitar más de 80 países y de 13 años de aciertos y errores, he aprendido algunos consejos de seguridad importantes.

Sigo estas reglas en todos los lugares a los que viajo, sin importar lo lujoso o seguro que se suponga que es el destino.

Aunque algunas situaciones son inevitables, esto es lo que hago para mantenerme segura y alerta cuando viajo sola.

Siempre comparto mi ubicación e itinerario con alguien cercano

Antes de un viaje, siempre comparto la información sobre mi vuelo y hotel con mi madre. También me he acostumbrado a compartir con ella mi ubicación (indefinidamente).

Aparte del hecho de que le da una sensación de seguridad, sé que si ocurriera algo (o si no tiene noticias mías cuando las espera), tendría información suficiente para hacer unas cuantas llamadas y confirmar que estoy a salvo.

Solo lleva unos minutos, pero puede suponer una gran diferencia a largo plazo.

La clave está en llevar una bandolera plana o un cinturón bajo la ropa

Siempre evito llevar mochilas y esos bolsos transparentes tan de moda: no hay por qué despertar la curiosidad de nadie. No me gusta llevar el bolso y los objetos de valor a la vista porque me convierto en un blanco fácil para los carteristas.

Aunque es más fácil llevar riñoneras interiores en ambientes más fríos cuando llevo varias capas de ropa, también puedo arreglármelas con ropa más ligera

El Everywhere Belt Bag de Lululemon, el Pacesetter Run Belt de Athleta y el Travel Money Belt de Peak Gear son mis accesorios favoritos para viajar. Son lo suficientemente pequeños y finos como para llevarlos debajo de la ropa, pero en ellos puedo llevar mis imprescindibles (dinero en efectivo, tarjetas de crédito, el móvil, el pasaporte y copias de mi DNI).

No llevo mis joyas caras ni mis prendas de diseño

Normalmente quiero tener buen aspecto para las fotos, pero llevar ropa cara y joyas llamativas siempre atrae una atención no deseada.

Llevar collares brillantes y una gran cantidad de pulseras con un chándal de Gucci hace que parezca que tengo dinero, que es lo contrario de lo que quiero que piensen cuando viajo sola.

También significa que tengo menos posibilidades de negociar o regatear un buen precio en los mercados.

Hay cosas básicas que investigo sobre cada ciudad o pueblo en el que me voy a alojar

Soy una viajera superespontánea. Aunque suelo tener una lista de lugares que quiero visitar, rara vez sigo un itinerario diario.

En cualquier caso, una vez que sé adónde voy, siempre me tomo tiempo para planificar en qué zona alojarme y reservar hoteles con antelación. Intento encontrar los mejores barrios, luego exploro una lista de opciones de hoteles y los selecciono en función de las críticas, la ubicación y el ambiente general.

También pregunto siempre al personal de recepción si hay alguna zona que deba evitar una vez que hago el check-in; no todo está en internet.

A veces incluso busco hoteles orientados a las mujeres o con personal mayoritariamente femenino porque eso me hace sentir más cómoda.

Parecer perdida o asustada trae problemas

Si me pierdo, suelo utilizar la aplicación Maps.me, que me permite usar mapas incluso sin conexión.

Intento entrar en una cafetería, o incluso en un baño, para mirar el mapa y orientarme. Si no encuentro un lugar donde hacer una parada, me dirijo a pie a una zona más poblada con mucho tráfico.

En el peor de los casos, llamo a un taxi para que me lleve al hotel.

Parecer estar perdida hace bastante obvio que eres un turista y da la impresión de que estás dispuesta a aceptar ayuda de cualquiera. Por desgracia, algunos se aprovechan de situaciones así.

Por las mismas razones, nunca voy por ahí con cara de miedo, aunque por dentro esté asustada.

Hay diferentes apps de transporte en todo el mundo, así que me aseguro de tener la adecuada

No en todas partes hay Uber o incluso muchos taxis. Siempre busco apps de transporte populares allá donde viajo y las descargo en mi móvil.

Suelo incluso introducir y guardar la información de mi tarjeta de crédito con antelación para estar preparada y no quedarme tirada cuando llego al destino.

Me aseguro de llevar suficiente dinero en efectivo

He viajado a lugares donde las tarjetas de crédito no están ampliamente aceptadas o donde no puedo sacar dinero de los cajeros automáticos.

Para evitar ese problema, siempre llevo dinero en efectivo y lo cambio por la moneda local en el aeropuerto o el hotel.

No lo llevo todo encima cuando salgo de excursión: me limito a llevar una parte y dejo el resto a buen recaudo en la maleta.

He aprendido a no decir que sí a todo

Cuando viajo sola, conozco gente nueva, y a veces me invitan a fiestas o a tomar algo. Pero siempre me niego educadamente.

En mi experiencia, nunca ha salido nada bueno de beber con extraños en un lugar desconocido. Y siempre quiero tener la suficiente lucidez mental para detectar situaciones extrañas o peligrosas.

Ni siquiera comparto mis planes con los desconocidos que encuentro y nunca publico mis ubicaciones en tiempo real en las redes sociales.

Puede parecer obvio, pero tampoco acepto que me acompañen desconocidos porque entonces sabrán dónde me alojo.

Latifah Al-Hazza, Andrea Gómez Bobillo

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