El científico jefe de IA de Meta advirtió al consejero delegado, Mark Zuckerberg, de que ChatGPT, de OpenAI, podría suponer un problema para la empresa, y que tenía que actuar rápido antes de que fuera demasiado tarde.
Seis semanas después de que OpenAI lanzara ChatGPT en noviembre de 2022, Yann LeCun se sinceró con Zuckerberg mientras esperaban en la cola para almorzar en la sede de Meta en Menlo Park, California (EEUU), según ha contado una fuente familiarizada con el asunto a The New York Times.
El científico le dijo al CEO que Meta tenía que ponerse al día con la tecnología de OpenAI y tomar medidas para lanzar su propio asistente de IA: si Meta no se ponía las pilas en sus esfuerzos de IA, Facebook e Instagram podrían extinguirse, advertía LeCun, según publica el medio.
Zuckerberg no respondió, aunque dijo que los comentarios de LeCun le irritaron, siempre según The New York Times. Después de todo, Zuckerberg quería que Meta fuera conocida como una empresa líder en IA, y Meta ya había implementado funciones de IA en aplicaciones como Facebook, Instagram y WhatsApp.
Más tarde, Zuckerberg pareció cambiar de opinión.
«He estado pensando en lo que has dicho», expresó el consejero delegado a LeCun durante una cena esa misma noche, según explica al medio una persona familiarizada con el asunto: «Y creo que tienes razón».
Meta no ha respondido inmediatamente a la petición de Business Insider de que Zuckerberg o LeCun realicen comentarios.
Mientas, a pesar de lo que NYT califica de rechazo por parte de los equipos jurídico y político de Meta por motivos de seguridad, Zuckerberg decidió seguir adelante y publicar el modelo de IA de código abierto de la empresa lo antes posible.
En febrero, Meta había rebautizado Génesis, el gran modelo lingüístico creado por el equipo de LeCun, como LLaMA, y lo había puesto a disposición de investigadores ajenos a la empresa.
Sin embargo, días después de la publicación inicial, el código del modelo se filtró en 4chan, un foro de mensajería en línea, lo que suscitó preocupaciones internas en materia de seguridad. La filtración llevó en parte a los senadores estadounidenses Josh Hawley, de Missouri, y Richard Blumenthal, de Connecticut, a escribir a Meta en los meses siguientes, alegando que la empresa «no realizó ninguna evaluación de riesgos significativa» antes de publicar LLaMA e hizo que el modelo fuera vulnerable a los malos actores.
Pero Meta no estaba sola en la carrera de la IA. Sus rivales tecnológicos, como Google y Microsoft, se apresuraron a lanzar sus propios chatbots para vencer a OpenAI, también con resultados dispares.
En febrero, el mismo mes en que Meta lanzó LLaMA, Microsoft puso a disposición de los primeros usuarios su motor de búsqueda Bing, potenciado por IA, que más tarde fue acusado de escupir respuestas perturbadoras. Esa misma semana, Google presentó la versión beta de su chatbot Bard, que algunos empleados criticaron por ser un trabajo «apresurado» y «chapucero» después de que cometiera un error factual durante su primera demostración.
La experiencia no desanimó a Meta, que continuó su búsqueda de nuevas herramientas de IA con el lanzamiento en julio de Llama 2, la siguiente iteración de su modelo inicial.
En septiembre, también presentó su nueva generación de gafas inteligentes Ray-Ban Meta y decenas de chatbots de IA que encarnan a famosos como Paris Hilton y Snoop Dogg.
Comentarios recientes