¿Quiénes prenden la mecha de la desinformación en X (antes Twitter)?
X, la red social otrora conocida como Twitter, tiene la fama de estar llena hasta la bandera de «fake news». Pero, ¿quiénes dan fuelle predominantemente a la desinformación en esta plataforma? De acuerdo con reciente estudio emprendido en Estados Unidos y publicado por la prestigiosa revista Science, menos del 1% de los usuarios de X se encarga de diseminar la mayor parte de las noticias falsas que pululan en esta red social. Y esta pequeña minoría la conforman de manera preponderante mujeres blancas de mediana edad que residen en los estados que allende los mares votan mayoritariamente por el Partido Republicano.
Los autores de los informe fijaron la mirada en una muestra de 660.000 cuentas en X y determinaron que 2.100 de ellas, activadas al parecer de manera manual, podían ser calificadas de «supershares». «Estos ‘supersharers’ se sientan literalmente delante del ordenador y presionan el botón de retuit», explica Briony Swire-Thompson, una de las autoras de la investigación.
En el estudio los investigadores pusieron bajo la lupa más de 660.000 perfiles que contenían nombres reales y datos relativos a su localización. A continuación, se compararon esas cuentas con los datos del censo electoral y se pudo determinar con exactitud quiénes estaban detrás de los 2.107 perfiles (0,3%) que distribuían el 80% de los «fake news» en X.
Los autores del informe concluyeron que detrás de esta minoría están desproporcionadamente mujeres blancas de mediana edad que residen en Arizona, Florida y Texas y en áreas con bajo nivel educativo, pero relativamente prósperas en lo económico.
En este sentido, y lejos de lo que pudiera parecer a bote pronto, la desinformación que circula a propósito de los procesos electorales en X no echa raíces en individuos extraordinariamente versados en tecnología, sino que detrás de este fenómeno hay un sofisticado ecosistema social forjado a largo plazo en el que unos pocos se encargan de esparcir las «fake news».
Los «supersharers» actúan de manera manual y logran llegar a al menos una de cada 20 cuentas en X
Pese a que los denominados «supersharers» son escasos en número, su poder de contagio es extraordinariamente grande. Y los autores de la investigación estiman que el contenido esparcido por los «supersharers» llega al menos a una de cada 20 cuentas en X.
A tenor del alto volumen de actividad de los «supersharers», los investigadores sospecharon inicialmente que esas cuentas publicaban contenido de manera automática. Sin embargo, ni las horas a las que esas cuentas publicaban contenido ni las pausas entre post y post proporcionaron ninguna pista verdaderamente fiable a este respecto. En este sentido, tales «supersharers», aun siendo muy minoritarios, se las ingenian para «deformar la realidad política de muchos».
En vista del extraordinario poder que tienen los «supersharers» en X, los investigadores sugieren que la lucha contra los «fake news» debería empezar directamente con ellos. De hecho, si aquellos «supersharers» identificados en el informe hubieran sido desactivados antes de las elecciones presidenciales de 2020, se habrían diseminado dos tercios menos de «fake news» en X.
El número de retuits que X permite a diario a sus usuarios solventaría también en parte el problema de desinformación que plantean los «supersharers». Un límite de 50 retuits al día afectaría, por ejemplo, al 90% de los «supersharers», pero solo al 1% de todos los usuarios de la red social. Y confrontar al usuario con preguntas antes de hacer retuit podría procurar asimismo solución a este problema.