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Cómo es trabajar como médico en un crucero

Como estudiante de medicina en Hungría a principios de los 2000, escuché muchas historias de jóvenes que habían trabajado en cruceros.

Las aventuras, experiencias y oportunidades económicas que ofrecía este estilo de vida despertaron mi interés y sabía que quería trabajar allí como médico.

Siempre quise trabajar en cruceros

En agosto de 2009, después de trabajar en un hospital rural de Hungría durante siete años, me planteé seriamente la posibilidad de trabajar en cruceros.

Acababa de empezar como médico residente en el Nuffield Health Cheltenham Hospital de Inglaterra, y cada día veía en el periódico páginas de anuncios de trabajo en cruceros.

Con más experiencia médica a mis espaldas, envié un correo electrónico a tres compañías de cruceros preguntando cómo ser médico de cruceros.

Dos compañías respondieron. Una no tenía ninguna oportunidad en ese momento. Royal Caribbean International me ofreció una llamada de 15 minutos en la que evaluaron mis conocimientos de idiomas y mi experiencia laboral.

También me preguntaron por el sistema sanitario húngaro, ya que estaban más familiarizados con el británico. Por eso, tener una licencia médica británica en aquel momento me ayudó enormemente. Había pagado una tasa para cambiar mi licencia húngara por una británica cuando llegué a Reino Unido.

Los médicos de cruceros necesitan cualificaciones específicas para ejercer

Los requisitos para ser médico de crucero incluyen tres años de experiencia en urgencias, algo de experiencia como médico de familia y formación específica, como soporte vital cardíaco avanzado, soporte vital avanzado pediátrico y soporte vital avanzado en traumatología, que hay que actualizar cada dos años.

Cinco semanas después de mi entrevista en Londres, me aceptaron en febrero de 2010. Siete meses después, con 32 años, estaba de camino a Miami para una formación de una semana antes de incorporarme a uno de los cruceros Celebrity durante seis meses, con salida desde San Francisco. El barco de 1.800 pasajeros me pareció enorme cuando lo vi por primera vez. Desde entonces he trabajado en cruceros tres veces más grandes.

Los cruceros cuentan con equipos médicos e instalaciones completas

Dependiendo del tamaño del crucero, el equipo médico está formado por entre cinco y nueve personas. En los buques más pequeños, con hasta 3.500 pasajeros y 1.500 empleados, hay dos médicos, tres enfermeras y, a veces, un secretario médico. En los cruceros más grandes, con 6.500 pasajeros y 2.200 empleados, hay tres médicos, cinco enfermeras y un secretario.

El centro médico es un hospital de a bordo, porque tenemos que estar preparados para todo.

Intentamos que las personas con enfermedades graves desembarquen seguras y a tiempo, pero a veces no es posible. A bordo hay salas de consulta, una zona de recepción, una sala de espera, una sala de urgencias, una sala de UCI, salas de guardia, aparatos de rayos X, equipos de laboratorio y una farmacia.

El horario de un médico de crucero es intenso

Los médicos suelen trabajar cuatro meses y tener dos de descanso. Desde mi primer contrato, solo acepto contratos cortos para cubrir posibles huecos en los horarios de los cruceros.

Cuando otro médico no puede embarcar por cualquier motivo, le sustituyo entre una semana y tres meses. A veces me avisan de la oportunidad con meses de antelación; otras veces recibo una llamada dos días antes de que me necesiten.

Los contratos de seis meses eran demasiado largos para mí. Mi familia puede acompañarme en el crucero durante estos cortos periodos, y no me pierdo las grandes celebraciones familiares en Hungría. Paso de cuatro a cinco meses al año en cruceros y el resto del tiempo en Hungría.

Cuando no navego trabajo en hospitales húngaros, pero el buen sueldo de los cruceros me permite pasar más tiempo con mi familia en Hungría.

Hacemos turnos de 24 horas en el crucero

Hacemos turnos de 24 horas. Las horas de consulta son de 8:00 a 11:00 y de 16:00 a 19:00. El resto del día estoy de guardia.

Hay un número de teléfono exclusivo para emergencias médicas para los pasajeros y el personal. La enfermera decide entonces si requiere atención urgente o les da cita para acudir en horario de oficina.

En los grandes cruceros, supone 15 horas diarias de trabajo y nueve de guardia, para luego tener 24 horas libres.

Como soy médico titular desde hace más de una década, tengo muchas más responsabilidades, que ocupan entre seis y ocho horas adicionales de mis días libres. Presentar informes médicos a los países y a las autoridades portuarias, comprobar los pedidos de medicamentos con la enfermera jefe y asegurarme de que los dispositivos médicos funcionan correctamente o determinar si hay que arreglarlos o sustituirlos son algunas de las tareas que asumo.

Intento salir del crucero y conocer los puertos

No soy una persona ansiosa, pero siempre que puedo intento salir del barco, porque hay mucho ajetreo desde el momento en que embarco hasta el vuelo de vuelta a casa.

Me encanta viajar y explorar nuevos lugares con mi familia. Para nosotros es importante ver dónde y cómo viven los vecinos de cada destino. Me encanta la comida y el buen café, y tenemos nuestras cafeterías y restaurantes favoritos en distintos países donde el personal nos recibe como si fuéramos amigos.

Sin embargo, a veces estas salidas se truncan debido a las llamadas de emergencia o a los constantes correos electrónicos. En mi último contrato de seis semanas, solo conseguí salir del barco tres veces.

La gente muere en los cruceros, como en todas partes, y a veces los conoces

En los cruceros, como en todas partes, muere gente, no solo los pasajeros, sino también el personal. Y no es fácil, sobre todo cuando se trata de alguien que conozco, porque la mayoría de la gente necesitará ver a un médico en algún momento del barco.

Cada crucero cuenta con un responsable médico disponible 24 horas al día, siete días a la semana, en el centro de salud de Miami. Aunque pueden aconsejar sobre cómo tratar un caso concreto, el pequeño equipo del barco tiene que cumplir su cometido. Somos un grupo muy unido.

No hay lugar para discusiones, rivalidades u hostilidades cuando somos responsables de la vida de tantas personas.

Como médico de crucero, tengo un buen estilo de vida

Aunque mi función es exigente y gratificante a partes iguales, lo que más me gusta de ser médico de cruceros es la libertad que me da y poder viajar por el mundo con mi familia. Si no fuera por los cruceros, no tendría este estilo de vida, ni desde el punto de vista económico ni de tiempo.

También me permite pasar más tiempo con mi familia entre contrato y contrato en Hungría, porque ya no tengo que tener dos o tres trabajos.

Andrea Gómez Bobillo