Habrás oído decir que tu dinero no está en tu banco, sino que una vez ingresado la entidad empieza a moverlo, sea prestándolo o invirtiéndolo. Atrás quedan los tiempos donde el flujo de caja era de 2:1 y fue bajando a 5:10, 10:1… Si sumas el dinero de cada cliente viendo los balances de una oficina bancaria y el efectivo que tiene, te llevarías una sorpresa.
Sin embargo, ahí está el negocio y la lógica. A cambio de esa supuesta seguridad de no tenerlo en casa, el banco tiene liquidez para moverlo y así obtener beneficios, que repercute poco en el cliente comparado con la rentabilidad de unos y otros.
Como mucho, si los tipos están altos, obtendrás un mínimo que, como pasa ahora, está lejos de superar la inflación, con lo que tu dinero sigue perdiendo valor.
¿Cómo ganas y pierdes con los bancos?
Cuando depositamos dinero en un banco, tendemos a pensar que está seguro y disponible en cualquier momento. Sin embargo, la realidad es diferente. Los bancos utilizan esos depósitos para prestar dinero a otras personas y generan ganancias a través de los intereses.
Por ejemplo, si tú depositas 100 euros en un banco con un interés del 4%, al cabo de un año ganarías 4 euros en intereses. Pero aquí viene la pregunta crucial: ¿qué pasa si la persona a la que le prestaron el dinero no puede devolverlo?
La importancia del banco central
Para evitar el riesgo de que los bancos presten todo su dinero y se queden sin fondos en caso de una crisis, intervienen las regulaciones del Banco Central. En Estados Unidos, la Reserva Federal establece el «encaje bancario», un porcentaje de los depósitos que los bancos no pueden prestar. Esto actúa como un colchón de seguridad para garantizar que los bancos tengan suficientes fondos para cubrir los retiros de los depositantes.
A lo largo de la historia, ha habido casos de crisis económicas que generaron desconfianza en los bancos, provocando corridas bancarias. Sin embargo, los gobiernos a menudo intervienen para evitar el colapso de los bancos, como se evidenció durante la crisis del 2008 en Estados Unidos.
Más allá de los depósitos
La principal fuente de ingresos para los bancos es la diferencia entre las tasas de interés que pagan por los depósitos y las que cobran por los préstamos. Sin embargo, ¿qué sucede cuando las tasas de interés son extremadamente bajas? Los bancos recurren a estrategias como no pagar intereses en cuentas de ahorro y cobrar tarifas por servicios adicionales, como mantenimiento de cuenta o transferencias.
Además de depósitos y préstamos, los bancos obtienen ingresos significativos de inversiones. Pueden invertir tanto el dinero de los depositantes como el suyo propio en el mercado de valores o en la reserva federal, generando ganancias adicionales.
Diferencias entre bancos
No todos los bancos son iguales. Factores como la cantidad de sucursales, la estrategia de negocio y el enfoque en inversiones pueden diferenciarlos. Incluso existen bancos estatales, con un propósito más social y regulaciones más estrictas.
El rendimiento de un banco se mide a menudo por su interés neto, que representa la diferencia entre los intereses ganados por préstamos y los pagados por depósitos. En este sentido, un banco puede gestionar sus tasas para optimizar sus ganancias. Los bancos son actores clave en la economía, pero su funcionamiento va más allá de simplemente almacenar nuestro dinero. Sin embargo, con las CBDC o monedas digitales de los países o proyectos como el de Elon Musk, su futuro está en entredicho.
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