Estilo de Vida 

Cómo es trabajar para un multimillonario, según un asistente personal de los ultrarricos

Los multimillonarios son personas como el resto de los mortales, pero su vida es muy diferente. Si a la mayoría de la gente le cuesta llevar adelante las tareas de la casa, ellos tienen problemas para gestionar el personal doméstico como mayordomos, limpiadores o incluso paseadores de perros.

Brian Daniel sabe bien muy bien esto, puesto que trabajó durante una década como asistente personal de multimillonarios, tanto del mundo de Hollywood como del mundo empresarial, y en 2007 fundó su propia empresa de contratación de personal, después de trabajar durante un tiempo para miembros de la familia real de Arabia Saudí.

Ahora, contrata a asistentes personales para multimillonarios y celebridades. Son responsables de todo, desde mantener los helicópteros, yates y aviones privados funcionando para disponer de ellos en cualquier momento, hasta conseguir reservas en restaurantes exclusivos y asegurarse de que la bebida favorita de sus clientes esté esperando en la mesa.

Durante su tiempo en la industria, aprendió un par de cosas sobre los hábitos, preferencias y peculiaridades de los superricos.

Aquí tienes 5 cosas que debes saber sobre los multimillonarios, según un experto en ellos:

Los multimillonarios quieren lo que tú no puedes tener

La mayoría de los ricos, al menos los que se hicieron a sí mismos, no llegan donde están siendo complacientes y por ello se vuelven muy competitivos.

«Incluso si eres uno de los multimillonarios más conservadores como Warren Buffett, tienes un cierto impulso de competir. Eso es parte de su modus operandi«, confiesa Daniel. «A muchos multimillonarios les gusta alardear, quieren tener acceso a cosas a las que otras personas no pueden acceder».

Eso podría incluir la entrada a clubes sociales exclusivos, vacaciones en islas privadas a las que solo se puede acceder con invitación u obras de arte únicas, como la escultura de calavera con incrustaciones de diamantes de Damien Hirst que buscaba uno de sus clientes. Incluso cuando eres superrico, quieres estar a la altura de otros o superarlos.

Aman a los famosos y pagan por tener acceso a ellas

Los celebrities y los multimillonarios no son lo mismo. Para empezar, los famosos «no tienen tanto dinero» en comparación. Pero sí tienen algo que muchos multimillonarios desean: fama y un cierto brillo.

Los superricos a menudo pagan para tener acceso a celebritiesinvitándoles a sus yates o para que aparezcan en eventos privados. A veces, el famoso cobra una tarifa, pero a menudo, la recompensa es poder experimentar el estilo de vida de los multimillonarios.

No esperes ganar dinero solo porque estás en su círculo

Daniel afirma que trabajar para un multimillonario no significa ganar mucho dinero. En su experiencia, mucha gente quiere contratar a alguien para que haga un trabajo que cuesta 300.000 dólares al año por 100.000 dólares.

Pero este regateo no ocurre en todos los aspectos: «Si esa misma persona fuera a uno de los cinco principales constructores de yates y quisiera construir un megayate, donde hay una lista de espera de cinco años, y quieren que sea un yate de 500 millones de dólares, no le van a ofrecer al tipo un tercio de lo que vale el yate», ejemplifica Daniel.

Dirigir una familia con un patrimonio muy elevado es una tarea difícil, y no todos los multimillonarios están preparados para ello

Hay una gran diferencia entre el dinero nuevo y el dinero heredado: los del dinero nuevo no siempre sabe todo lo que implica ser multimillonario. «En Europa, por ejemplo, han estado haciendo lo que yo he estado haciendo durante cientos de años: en todos los castillos, la aristocracia, la riqueza generacional; han agilizado el proceso», apunta Daniel.

«Es habitual que me llamen y me envíen mails de gente que, de repente, se encuentra en una situación en la que ha heredado una fortuna fabulosa o su empresa ha empezado a cotizar en bolsa y ha recibido una ganancia inesperada de dinero, y consiguen megayates, flotas de coches exóticos, megamansiones. Y realmente no saben en lo que se están metiendo«.

Daniel los llama dolores de crecimiento: la curva de aprendizaje que conlleva tener mucho dinero y el ecosistema que lo rodea. Pone como ejemplo el empleo de personal doméstico; muchos nuevos ricos no tienen en cuenta todo lo que implica, con el tiempo de vacaciones, el número máximo de horas y los descansos.

Llevan siempre dinero en efectivo

Si vas a hacer algún tipo de petición difícil, «es muy importante tener billetes», asegura Daniel. Si tienes una solicitud de última hora de un cliente para ir a un restaurante nuevo, de moda y sin reservas, el efectivo es el que manda.

«Antes de empezar a hablar, le doy dinero al maître y al gerente para llamar su atención porque estoy a punto de pedir un milagro», explica.

A veces, sin embargo, el dinero no es suficiente. Una clienta VIP quería entrar en un club de striptease con un estricto código de vestimenta: no se permiten pantalones cortos ni sombreros. La VIP no quiso cambiar de actitud y los billetes de 1.000 dólares al gerente no sirvieron de nada.

«En ese punto, no se puede comprar una salida a un problema. Podría haberles dado 5.000 dólares y hubiese dado igual». Por supuesto, siempre hay otras opciones y Daniel ese día consiguió su objetivo gracias a algunos contactos.

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