Ni en vicios ni en lujos: la obsesión de Robbie Williams para gastar su impresionante fortuna
Hace unas semanas, acudió primera vez a El Hormiguero Robbie Williams, una de las mayores estrellas mundiales de la música, para presentar su último trabajo (no es un disco, sino una película autobiográfica a la que pone música) llamada Better Man y su gran gira mundial. El exlíder de Take That tiene una de las mayores fortunas de Reino Unido, tras décadas de carrera musical y de éxitos, pero si deduces por su perfil que se lo habrá gastado sobre todo en vicios y lujo, no imaginas en qué ha invertido también ingentes cantidades de dinero y que tiene que ver con su imagen, y no es la cirugía estética.
Se sabe que Robbie Williams es presumido y un sex symbol, y eso conlleva la preocupación del paso del tiempo, eso que ni todo el dinero del mundo puede evitar, al menos por ahora. Sin embargo, la ciencia va mitigándolo, con cincuentones como su caso, que aparentan muchos menos años, ya sea por cuidados médicos, corporales y estéticos.
Pero hay algo que desde joven obsesionaba a Williams, y es su pelo, o mejor dicho, la pérdida del mismo. Hay fotos con 24 años donde ya se ve que su destino podría ser la calvicie. Quedarse calvo puede ser para muchos, como pasa con iconos como Jason Statham, una seña de identidad y de atractivo masculino, pero para otros un drama. El músico británico sigue luciendo «pelazo», pero sus buenos billetes le ha costado.
Lucha contra el tiempo… y contra sus demonios
Robbie nunca ha ocultado su adicción a las drogas y el alcohol, así como sus problemas mentales: En una entrevista de 2023 al diario británico The Sun reconocía que estar «destrozado por lo que me hice en los 90 y parte de los 2000. Pensaba que podía esnifar, tomar pastillas y alcohol al máximo y que eso era un superpoder en el momento», y añadía no saber «que esa era mi vía rápida hacia la muerte. Te sientes indestructible, no sentí que fuera a morir. Solo después me di cuenta de que estaba cerca».
Ahora, tras años de lucha, lleva más de dos décadas sobrio, pero ha tenido que luchar con otros problemas físicos como el sobrepeso y los desórdenes alimenticios. Lo del pelo puede parecer lo de menos, pero su gasto para evitar la caída del cabello dice lo contrario.
Por los pelos
Cada vez hay más casos de famosos y no famosos que se implantan pelo para evitar quedarse calvos. Las técnicas se han ido perfeccionando y bajando los precios, aunque esto último es algo que no preocupaba al exlíder de Take That.
También confesó a The Sun en 2022 que se puso manos a la obra en 2013, con su primer trasplante de pelo. La cosa fue bien, pero decidió darse un «retoque» en 2020, aunque le avisaron que no quedaría igual de bien. Así fue, con resultados poco deseados.
“Fui para conseguir un techo de paja, pero el hombre me dijo ‘malas noticias, tu cabello es tan delgado que no podemos cortarlo. No servirá de nada”, recordando Williams la conversación que tuvo con el médico estético. “Así que tuve estas inyecciones. Eran una fortuna absoluta, dos viales de estos medicamentos. Cuestan lo mismo que la casa de mi abuela”, detalló.
Una preocupación vital, una minucia económica
A pesar de la preocupación estética de Robbie Williams con su pelo, al nivel de con su peso, por mucho que haya gastado en tratamientos y trasplantes, no es una de las cosas que haya o hubiera podido mellar la millonada del cantante. Según Celebrity Net Worth, se le estima en 2023 una fortuna de 281,7 millones de euros, lo que lo convierte en uno de los artistas más ricos del Reino Unido.
Sin embargo, otras estimaciones, como la de la revista People, lo bajan a unos 137 millones de euros, incluyendo inversiones en acciones, bienes inmobiliarios y otros negocios. El artista cuenta con una impresionante mansión en Los Ángeles, valorada en 54 millones de euros, varios restaurantes, un equipo de fútbol americano, y una línea de moda. Se calcula que anualmente, entre los royalties, ingresos publicitarios, negocios e inversiones, aumenta su fortuna en unos 12 millones de euros.