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No solo las meteduras de pata de Elon Musk perjudican a Tesla: ¿qué está fallando?

En los últimos diez años, Tesla ha adelantado a la industria automovilística tradicional y ha impulsado en solitario la movilidad eléctrica en todo el mundo. El Tesla Model S fue el primer coche eléctrico realmente utilizable que demostró que un modelo eléctrico también podía funcionar en la vida cotidiana y, al mismo tiempo, la empresa estaba tan avanzada técnicamente que el resto de la competencia tardó casi una década en ponerse al día.

Sin embargo, Tesla se encuentra ahora bajo una enorme presión. Las ventas se están desplomando en todo el mundo y Elon Musk está arrastrando a la marca Tesla con sus acciones y meteduras de pata verbales.

Un vistazo a la cotización en las últimas semanas revela los problemas. Tras dispararse repentinamente en noviembre y alcanzar un máximo histórico de 479 dólares a mediados de diciembre, la cotización se ha reducido desde entonces a la mitad. Sin embargo, a los inversores de Wall Street les interesan menos sus objetivos políticos que las cifras que presenta Tesla. Y son malas.

Las cifras de ventas caen en picado

Las ventas de vehículos Tesla han caído en picado en todo el mundo. En Alemania, las ventas cayeron un 76% en febrero, en Italia un 55%, en Noruega un 48% y en Francia un 45%. La situación también es grave para Tesla fuera de Europa. En Canadá, las ventas cayeron un 70% y en Australia, un 66%. La reducción a la mitad de las ventas en China es especialmente grave, ya que este mercado representa una parte importante de la facturación total de Tesla.

La fuerte caída de los mercados clave es una de las cosas que está poniendo nerviosos a los inversores. Otra es que Tesla está siendo criticada desde varios frentes a la vez, ya que Musk ha tomado una decisión muy equivocada. En lugar de aumentar la presión sobre la competencia con un coche eléctrico asequible en el segmento de precios de entre 20.000 y 25.000 euros, Musk se centra por completo en el robotaxi.

Pero mientras la competencia de Waymo y Baidu lleva años en la carretera y Waymo ya ha completado más de 40 millones de kilómetros con sus robotaxis, Tesla solo lanzará unos pocos coches en Austin en junio.

La brecha es enorme. Es más, Musk ha prescindido de los sensores Lidar en su taxi autónomo y solo confía en las cámaras. Esto significa que sus coches carecen de una importante característica de seguridad.

La competencia aumenta la presión

Al mismo tiempo, el mercado demanda precisamente coches eléctricos asequibles que Tesla no tiene. BYD está aumentando la presión sobre Tesla en China con una nueva marca de bajo coste y la competencia de Mercedes y BMW está atacando al superventas Tesla Model Y con dos nuevos vehículos. Y, técnicamente, Tesla ya no es el líder indiscutible del mercado.

La empresa anunció que lanzaría nuevos modelos de coches eléctricos más asequibles en el primer semestre de 2025, pero no se anunciaron detalles concretos sobre precios y especificaciones. Si el coche llegará realmente al mercado en los próximos 12 meses, es otra cuestión totalmente distinta. El Tesla Roadster, anunciado desde hace años, sigue sin salir al mercado.

La valoración de la marca, ya de por sí inflada, está sufriendo más presiones porque las cifras fundamentales de la marca ya no son correctas. También está claro que el comportamiento de Elon Musk no está ayudando a salvar la marca. La confianza en él se ha desplomado en todo el mundo. Y probablemente pasarán décadas antes de que la marca Tesla pueda recuperarse de esto, si es que sobrevive tanto tiempo.

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