Por qué los pacientes de la pública podrían ser los más perjudicados si se impone exclusividad a los médicos
«Ya somos la fábrica de médicos especialistas para Europa, y ahora nos vamos a convertir en la fábrica de especialistas para la sanidad privada”. Así de contundente se muestra Víctor Pedrera, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) respecto de la medida que plantea Sanidad sobre la exclusividad a los médicos.
Como matiza Pedrera en Con Salud, cuando un médico empieza a trabajar, la Administración le ofrece una situación de precariedad, “sin estabilidad ni garantías de prolongar su vinculación laboral”. Además, los médicos que terminan el MIR tampoco cobran trienios ni carrera profesional, por lo que no existe forma de ampliar con complementos su salario. De ahí que si les dan a elegir entre privada o pública, es de esperar que opten en mayoría por la primera.
Un problema que podría sumarse a la ya falta de profesionales que experimenta el Sistema Nacional de Salud (SNS). En las últimas décadas miles de médicos han solicitado el certificado de idoneidad parar trabajar en el extranjero. Lo hacen en busca de mejores condiciones laborales, salarios más altos y un mayor reconocimiento profesional.
Cinco años para los MIR que terminan su residencia
La ministra de Sanidad, Mónica García, quiere que la ley contemple la imposibilidad de que los médicos compaginen carrera en pública y privada. Por ello plantea incluir la norma en la renovación del Estatuto Marco —el convenio de los trabajadores del gremio—.
El foco lo pone en los jefes de servicio y de los directivos de hospitales, a los que quiere exigir un compromiso total con la pública. Una exclusividad que ya se dan en Navarra o Asturias. Pero no descarta incluir también a los MIR a los que se pedirá hasta 5 años de dedicación en la pública antes de poder pasarse a la privada.
El próximo 22 de enero sindicatos y Sanidad se reunirán para ahondar en la reforma del texto. Por el momento Comisiones Obreras sí se ha mostrado a favor de esa limitación, que acabaría con una práctica polémica dentro del sector sanitario como puertas rotatorias o trasvase de pacientes entre sistemas.
La mayoría de voces que se han manifestado desde el ámbito médico sobre el cambio que plantea Sanidad en su reforma del Estatuto Marco comparten, en cambio, la visión de Pedrera. Creen que en general la exclusividad ahondará en la pérdida de talento.
Los residentes se formarán en España y, acto seguido, «se irán a otros países a trabajar».»Quizás pasado ese tiempo ya no quieran volver», apunta en El Progreso, el presidente del Colegio Médico de Lugo, Eduardo Iglesias.
Desde la Fundación IDIS, principal lobby de la sanidad privada, creen que “lo ideal sería que los profesionales trabajasen en un mismo proyecto o centro”. Sin embargo, puntualiza su directora general, Marta Villanueva, en Gaceta Médica, «dadas las dificultades y los salarios que existen en el Sistema Nacional de Salud (SNS), no parece que incluir esta imposibilidad sea lo más adecuado porque puede producir una salida de profesionales del sector público al privado».
Desde AMYTS, el sindicato de médicos madrileños, subrayan que el cargo de una jefatura en un hospital puede suponer un incremento retributivo de apenas 300 euros brutos al mes a pesar de toda la responsabilidad y de todo el trabajo que conlleva. «Creemos que no están lo suficientemente bien reconocido y lo mismo se puede aplicar de Direcciones Médicas hacia arriba”, asegura la secretaria general, Ángela Hernández, en comunicado. Por lo que la medida dificultará que los profesionales se postulen para el cargo.
Los médicos se van de España cada vez más
Para Jesús Arzúa, presidente de la asociación MIR España, la exclusividad «restringe» la libertad laboral «e ignora las necesidades de los médicos jóvenes en el Sistema Nacional de Salud». Pues como sentencia en ABC, «en lugar de hacerlo más atractivo se conseguirá lo contrario». «Incrementará la fuga de talento a otros países con condiciones más atractivas», añade.
Los datos que maneja la Organización Médica Colegial (OMC) evidencia las ansias de los médicos jóvenes por obtener mejores prestaciones laborales. Según muestran, en 2023, el 44% de los facultativos que solicitaron certificados de idoneidad necesarios para trabajar en el extranjero tenían menos de 36 años.
Ese año, un total de 500 facultativos se dieron de baja de la colegiación trabajar fuera de España. Lo que supone un 40 % más respeto al año anterior, si bien solo representan el 16 % de todos los que iniciaron el trámite.
En 2022 la organización tramitó las 5.514 acreditaciones de idoneidad que pidieron un total de 3.070 profesionales colegiados, lo que supone un aumento en un año del 19,5 % y del 15,8 %, respectivamente, con lo que confirma la tendencia al alza que se inició en 2011.
La mayoría de esos facultativos tenían la especialidad de Medicina de familia (325), Anestesiología y Reanimación (179) Oftalmología (127), Cirugía General (106) y Ginecología y Obstetricia (104). El 66% de los solicitantes pertenecen al ámbito hospitalario (3647) y un 16% a Atención Primaria (884).
Siguiendo con los datos de la OMC, en los últimos 5 años se han registrado un total de 1.685 bajas de la colegiación de profesionales que habían solicitado un certificado de idoneidad. Así, en 2019 se dieron de baja de la colegiación 433, ninguno en 2020 debido a la pandemia; 395 en el año 2021; 358 en 2022 y el récord de 499 alcanzado en 2023.
No obstante, la expedición de estos certificados —imprescindibles para poder trabajar fuera de España— no implica que los profesionales sanitarios se vayan finalmente.
En cuanto al sueldo, el salario promedio de un médico en España es de 54.200 euros brutos anuales, es decir, 2.940 euros netos al mes. Cifra que se ve reducida hasta los 35.300 euros brutos anuales para aquellos que menos perciben, como es el caso de los facultativos interinos o sustitutos. Asimismo, los que más cobran pueden llegar a recibir hasta 140.000 euros brutos al año, resumen desde AMYTS.
Una cifra inferior a lo que pueden ganar estos profesionales en otros países europeos. En los principales destinos preferidos por los médicos españoles para ejercer su profesión, que son Francia, Reino Unido e Irlanda un médico cobra de media 180.000 euros anuales, 214.537 euros y 170.000 respectivamente.