En X (Twitter) e Instagram, la foto de una novia probándose un vestido para su boda frente a un espejo doble se ha vuelto viral. Un vistazo rápido a la imagen puede que no revele demasiado, pero si te detienes por un segundo a ver con más detalle te encuentras con una escena increíble. Es que la pose de la mujer en el centro de la fotografía no coincide con ninguno de los reflejos en los espejos. ¿Es esto, acaso, un fallo en la Matrix, brujería o una ilusión óptica? No, hay una explicación tecno y se vincula con cómo Apple implementa la fotografía computacional en el iPhone.
La novia de la foto viral es la actriz y comediante británica Tessa Coates, quien compartió el peculiar resultado obtenido con la cámara de su iPhone a través de Instagram. ¿Cómo sabemos que la imagen se tomó con un móvil de Apple? Porque la protagonista indica en la publicación que no está alterada con Photoshop, no es una panorámica, ni una Live Photo. Esta última, una característica incluida en el smartphone de la manzana.
La imagen es bastante elocuente. Coates aparece en el centro de la foto viral probándose su vestido de novia, vista de espaldas. Su brazo derecho está flexionado, mientras que el izquierdo está semiextendido. En el espejo que está frente a ella, a su derecha, se la ve tomándose las manos; mientras que en el de la izquierda se encuentra con ambos brazos extendidos. Otra vez, no hay brujería, ni nada por el estilo. Es solo que la puesta en escena terminó complotando para engañar a la fotografía computacional del iPhone.
Un iPhone y fotografía computacional, la explicación tras la foto viral de la novia
Deep Fusion y Photonic Engine, las tecnologías de fotografía computacional del iPhone.
Para entender mejor el caso de la foto viral de la novia, vayamos por partes. En primer lugar, debemos recordar que Apple lleva bastante tiempo aplicando fotografía computacional en la captura de imágenes del iPhone. Cuando lanzaron el iPhone 11, los de Cupertino introdujeron una tecnología llamada Deep Fusion, cuyo objetivo no solo era mejorar la calidad de las fotos en condiciones de baja iluminación.
También pretendía capturar mejor los colores y las texturas, y que el resultado final fuera más nítido en general. Esto lo lograba tomando múltiples fotos de la misma escena —algunas, incluso, antes de que el usuario presionara el botón de captura— utilizando distintas exposiciones y parámetros, y uniéndolas automáticamente con inteligencia artificial.
En 2022, con motivo del lanzamiento del iPhone 14, Apple introdujo una versión optimizada de esta tecnología, bajo un nuevo nombre. Hablamos del Photonic Engine, o «motor fotónico». Al igual que Deep Fusion, esta técnica captura varias fotos y las unifica para ofrecer el mejor resultado posible en una sola imagen. La gran diferencia es que ahora lo hace con imágenes sin comprimir, y el proceso se inicia antes. Así lo explicaban los californianos durante su introducción:
«El iPhone 14 Pro lleva la fotografía computacional aún más lejos con Photonic Engine, ofreciendo un salto gigante para el rendimiento de fotos con poca y media luz en todas las cámaras a través de una profunda integración de hardware y software: hasta 2x en la cámara principal, hasta 3x en la cámara Ultra Wide, hasta 2x en la cámara Teleobjetivo y hasta 2x en la cámara TrueDepth. Photonic Engine permite este espectacular aumento en la calidad al aplicar Deep Fusion en una fase más temprana del proceso de creación de imágenes para ofrecer detalles extraordinarios y preservar texturas sutiles, proporcionar mejor color y mantener más información en una fotografía».
Apple
La explicación
Si bien no sabemos con qué iPhone se tomó la foto viral de la novia, cualquier modelo desde el iPhone 11 (2019) en adelante incluye algún tipo de tecnología de fotografía computacional. No importa que se llame Deep Fusion o Photonic Engine. Y aquí es donde radica el punto clave de la cuestión.
Lo que se ve en la foto viral de la novia es la tecnología de Apple sufriendo una «ligera» confusión. Es que, vamos, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático aplicados a la fotografía computacional todavía no pueden distinguir con claridad las escenas con espejos.
Es evidente, entonces, que la tecnología «pensó» que había 3 personas diferentes en la fotografía y no solo una reflejándose en dos espejos. Así, en la ráfaga que el móvil capturó se seleccionó automáticamente la mejor versión de cada una de las «variantes» de la novia antes de unificarlas en la foto que se volvió viral. Y allí tienen el porqué de este curioso resultado final.
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