Es muy posible que, sobre todo dependiendo de la circunstancia, si te encuentras a alguien hablando solo, pienses que se trata de alguien que ha perdido la cabeza. Tradicionalmente, de hecho, se han asociado ambas cosas: ponerse a dialogar con uno mismo con no estar demasiado bien de la cordura. Sin embargo, los expertos han demostrado que no es así.
En la opinión de la gran mayoría de psicólogos, hablar solo no solo no tiene por qué significar ningún tipo de problema mental, sino que, por el contrario, puede ayudar a mejorar el funcionamiento del cerebro. Es una práctica que presenta muchas ventajas, por mucho que todavía no esté del todo bien vista por la mayoría. Así se explica a nivel científico.
Hablar solo para mejorar las emociones
Según se demostró en un estudio de Cognitive Development, hablar solo tiende a poder considerarse una ayuda a la hora organizar los pensamientos propios, planificar diferentes tipos de acciones y, sobre todo, controlar las emociones. Es más, ¿alguna vez has visto a alguien hablando solo cuando está sometido a una situación de estrés? Es lo más normal del mundo.
Este comportamiento tiende a comenzar a darse cuando se es niño, según concluyó una exhaustiva investigación llevada a cabo por los expertos Winsler, Fernyhough, y Montero. Estos exploraron cómo el discurso privado está estrechamente relacionado con la regulación emocional y el desarrollo cognitivo en niños, que recurren a él ante las dificultades.
De hecho, en el mismo trabajo se asocia el desarrollo tanto de la propia inteligencia como de las emociones con el hecho de hablar solo. ¿Qué es lo que sucede, en realidad? Pues que a medida que se crece, es habitual que esta práctica no se pierda del todo, solo que en lugar de hablar solo en voz alta, lo normal es que se haga de manera mental, con el pensamiento, aunque no siempre.
De la misma manera, los expertos coinciden en otra de las ventajas de hablar solo: la capacidad de mejorar el lenguaje. Según se explica, es como si de alguna forma sirviera para entrenar. Igual que se ejercitan los músculos para estar en forma, algunas personas simplemente hablan solas para aprender a expresare mejor o a desarrollar sus ideas en diversos temas que les preocupan.
Hablar solo en el trabajo
Más o menos de forma similar, puedes llegar a la conclusión de que si alguien está hablando solo en la oficina, pueda tratarse de una persona con cierto desequilibrio psicológico. Pero también en este caso los psicólogos escapan de los tópicos y tienen una percepción muy distinta de las cosas. De hecho, consideran que hablar solo también puede ser útil en el trabajo.
Da igual a qué te dediques, las investigaciones apuntan a que hablar solo mejora la resolución de tareas, además de aumentar la capacidad de mantener la atención en una labor concreta o recordar mejor asuntos cotidianos. O sea, que viéndolo desde la perspectiva de los psicólogos, da la impresión de que quizá más gente debería hablar sola, después de todo.
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