Como alguien que camina mucho y levanta bastante peso, pensé que hacer rucking —caminar con un peso pesado en una mochila—sería muy sencillo. Me equivoqué.

Esta técnica es desde hace décadas parte del entrenamiento militar. Es un básico tanto para el ejército estadounidense como para los Royal Marines británicos, quienes lo llaman yomping.

Sin embargo, en los últimos años, el rucking ha ganado popularidad, tanto entre atletas de élite —como Tia-Clair Toomey-Orr, seis veces galardonada como la mujer más en forma del mundo—, como entre ejecutivos de alto nivel en el mundo de los negocios y la tecnología.

Los beneficios son amplios: puede ayudar a desarrollar resistencia, fuerza y

aptitud cardiovascular, al mismo tiempo que fortalece los huesos y quema energía.

Como periodista de salud, mantenerme activa es importante para mí. He estado levantando pesas durante siete años, haciendo remo y corro la mayoría de las semanas. Mi objetivo es caminar todos los días para alcanzar los 10.000 pasos (aunque sé que ese número no tiene nada de mágico).

El rucking me atrajo porque parecía una forma sencilla de hacer más eficientes mis caminatas diarias a la hora del almuerzo.

Sin embargo, solo hizo falta un intento para descubrir que llevar una mochila con peso, conocida como ruck o rucker, cambia por completo la forma de caminar. Mi paseo a la hora del almuerzo fue reemplazado por un ejercicio desafiante que aumentó mi ritmo cardíaco y me dejó tan sudorosa que necesité ducharme.

Después de haber intentado hacer rucking varias veces, puedo entender por qué es una manera brillante de mejorar tu condición física, pero definitivamente no es tan relajante como una caminata normal.

El equipo adecuado es caro

Utilicé la Rucker 4.0 de 15 litros de GoRuck con uno de los platos de 9 kilos de la misma marca en el bolsillo interior. La mochila está diseñada para contener un disco de pesas y tener espacio para otras cosas como una botella de agua, una capa extra de ropa y algo de comer.

Solo la mochila cuesta 245 dólares y el plato 105, por lo que no son baratos.

Sin embargo, los productos tienen garantía de por vida y están diseñados específicamente para el rucking. Para minimizar las lesiones y mejorar la postura, el peso permanece más cerca del cuerpo y más arriba de la espalda que si simplemente colocara cosas pesadas en una mochila normal, y la bolsa tiene correas para los hombros y el esternón gruesamente acolchadas.

Caminar con la mochila puesta claramente no parece tan extraño como usar un chaleco con peso. Dicho esto, no parece una mochila normal, así que recibí algunas que otra mirada extraña mientras paseaba con ella por el pueblo rural donde vivo durante el almuerzo de un día laborable.

También es bastante diferente a llevar una mochila normal, probablemente debido al peso y su posición. A menudo cargo una cantidad considerable de peso en mi espalda, ya sea mientras voy corriendo por Londres con mi portátil, agua y artículos esenciales para pasar la noche, o haciendo una larga caminata con mi prometido al que le encanta el aire libre.

Aumentó mi ritmo cardíaco

La experiencia no fue  particularmente cómoda, especialmente porque sudaba cada vez más. Y vaya si me puse a sudar. No esperaba necesitar una ducha después, pero la necesité.

Aflojar las correas significaba que mi espalda podía respirar un poco —no me gustó la sensación de mi espalda sudorosa en contacto con la mochila—, pero también que el peso se movía y golpeaba mi espalda con cada paso, lo cual no era agradable.

En cada una de las veces, rápidamente sentí que mi ritmo cardíaco aumentaba más que durante una caminata normal, por lo que puedo decir que mi cuerpo trabajó duro.

Después de aproximadamente 20 minutos,noté que la parte superior de mi cuerpo y mis hombros se fatigaban. Tras aproximadamente media hora, sentí que empezaba a cansarme.

He aprendido que hacer rucking no te ayuda a relajarte y desconectar como lo haría una caminata. Es un ejercicio. Y uno que no deberías intentar inmediatamente después de almorzar.

También aprendí que la mochila no es algo que me pondré cada vez que salga a caminar. Cuando quiero ejercitar todo el cuerpo mientras disfruto del aire libre, lo haré, cuando necesite liberarme, caminaré.

El ruck también es útil para los entrenamientos

Una tarde entre semana me dije que iría a entrenar, pero lo que realmente quería hacer era ver Wimbledon. Así que decidí obtener lo mejor de ambos mundos y hacer ejercicio frente al televisor mientras usaba el rucker.

Terminó siendo un gran entrenamiento que me dejó con dolores musculares al día siguiente.

Hice movimientos que incluían estocadas y sentadillas mientras cargaba la mochila. Realmente potenció lo que de otro modo habría sido un entrenamiento de peso corporal fácil para mí.

El ruck también tiene asas tanto en la parte superior como en la inferior, lo que significa que puedes sostenerlo fácilmente en tus manos para diferentes tipos de ejercicios.

Por lo que definitivamente lo seguiré usando, tanto en caminatas como para entrenamientos en casa. Si no quieres invertir en mucho equipo de ejercicios, este es un equipo realmente versátil que puede cumplir muchos requisitos. Solo asegúrate de tener en cuenta el tiempo para ducharte después de usarlo.

Cristina Fernández Esteban