Asuntos de dinero 

Dónde invertir 20.000 euros en 2025, según los expertos

2025 parece el año del cambio, al menos en los mercados financieros —y algunas sorpresas podrían estar acechando a las carteras de los inversores de cualquier rincón del mundo—.

«Conviene tener en cuenta que la mayoría de las predicciones de los analistas para 2024 no se han cumplido y que cualquier otra dada para 2025, respecto a la foto final que teníamos el 31 de diciembre, podría tener más visos de casualidad que de acierto», advierten Saúl Martín y Yurena Almeida, delegados territoriales del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España en Canarias.

«Recordemos también que no existe una bolita mágica que nos adelante el futuro, al menos de momento, y que las consecuencias que tendrán los acontecimientos del año que dejamos atrás aún son imprevisibles», añaden.

Ahora bien, ni siquiera con este telón de fondo los expertos pueden evitar reconocer que todos los pronósticos vuelven a apuntar al mercado estadounidense en 2025 como el gran referente global.

«En definitiva, 2025 será un año de incertidumbre, pero también de oportunidades», puntualizan.

«La evolución de la inflación, las políticas monetarias de los bancos centrales y los movimientos geopolíticos marcarán el ritmo de los mercados. Estados Unidos seguirá siendo el epicentro, pero sectores como la inteligencia artificial y regiones emergentes como el sudeste asiático o América Latina podrían ofrecer grandes oportunidades», afirman.

Estos son los productos que los asesores llevarían en una cartera en 2025 (y cómo puedes gestionar los 20.000 euros ahorrados que tienes en el banco):

Liquidez

En algo coinciden todos los asesores financieros: tienes que tener un fondo de emergencia si vas a empezar a invertir. Ese fondo, que es el colchón para imprevistos de toda la vida, es la liquidez que tendrás en tu cartera.

Ha de representar entre 3 y 6 meses de gastos fijos —aunque en un mundo ideal, deberías tener hasta 9 meses de tu sueldo disponibles en cualquier momento—. El gasto medio de los hogares españoles es de 1.600 euros; por lo tanto, si estás dentro de la media, tendrás que guardar como mínimo 4.800 euros en productos de ahorro, que te permitan hacer uso de ese dinero en cualquier momento.

En 2024, por ejemplo, cuando la inflación aún no se había acercado al objetivo del 2% y apenas se habían acometido bajadas de tipos de interés, Jordi Bellobí, socio de RSM y responsable del área de Servicios de Asesoría Financiera de la firma, sugería una parte de liquidez en la cartera «para aprovechar alguna oportunidad que el mercado pueda presentar».

Elizabeth Wakefield, asesora financiera independiente, cree que para perfiles novatos —y teniendo en cuenta que no puede hacer una recomendación personalizada— podría ser una buena estrategia seguir la cartera permanente de Harry Browne. En ese caso, los inversores deberían mantener un 25% de liquidez «para aprovechar oportunidades y como protección en tiempos de crisis».

Los expertos no recomiendan tener más de lo necesario —el colchón de emergencia— e incluso sugieren que la partida más grande del presupuesto personal esté ciertamente comprometida en los próximos meses —es decir, a corto plazo—.

«La idea es repartir el dinero entre distintos tipos de activos para equilibrar seguridad y potencial de rentabilidad, siempre adaptándose a la situación personal y a las circunstancias del mercado. Por ejemplo, una parte del dinero podría mantenerse en productos más conservadores que ofrezcan estabilidad y protección, mientras que otra parte podría destinarse a activos con mayor potencial de crecimiento a largo plazo, aunque con un riesgo algo mayor», sugieren los expertos de la EFPA.

Cuentas remuneradas y depósitos

Las cuentas remuneradas y los depósitos bancarios —que están empezando a perder su brillo con la bajada de los tipos de interés— son productos de riesgo mínimo (siempre que cumplas con las condiciones) y que reportan beneficios por tener tus ahorros depositados en ellos.

«En un entorno con inflación todavía presente, es importante buscar opciones que ayuden a proteger el poder adquisitivo del dinero», añaden los asesores de la EFPA.

A pesar de que los tipos están en su nivel más bajo, igual que en marzo de 2023, todavía hay cuentas remuneradas que se comercializan hasta con un 5% TAE (tasa anual equivalente). No obstante, la mayoría están ya por debajo del 3% y las condiciones de contratación son más exigentes.

Si quieres guardar una parte de tu fondo de emergencia en un depósito, aquí tienes cuánto podrías ganar en un año con 5.000 euros o 10.000 euros, por ejemplo.

Fondo monetario

Si los intereses de las cuentas y los depósitos ya no son tan atractivos, los ahorradores pueden recurrir a los fondos monetarios. Aunque no dejan de ser fondos de inversión, son muy líquidos y concentran su estrategia en activos de renta fija a muy corto plazo, en general, no superan los 6 meses.

«El riesgo cero no existe. Siempre hay algo, que puede ser muy pequeño. Pero pensamos que los fondos monetarios te permiten, en vez de tener el dinero en un solo banco, tenerlo en muchos bancos y emisores. Es mejor desde el ángulo de riesgos, pero frente a productos como los depósitos, tiene la desventaja de que no sabes con exactitud cuánto te da en un año», explicaba hace un año Unai Ansejo, co-consejero delegado y fundador de Indexa Capital.

«Aquí, se comporta como una cartera de bonos, pero los plazos son mucho más cortos, porque se invierte a una semana. ¿Para qué? Para que haya liquidez, para que si quieres el dinero lo puedas retirar«, continúaba.

Planes de pensiones

Los planes de pensiones han ido perdiendo gran parte de su atractivo de los últimos años —dado que la cantidad exenta de tributación se ha limitado a 1.500 euros al año en los planes individuales—, pero sigue siendo un activo interesante para aquellos inversores que quieran diferir parte del impuesto sobre la renta a la edad de jubilación.

«Tienen, de las rentas del trabajo, el producto más común que son los planes de pensiones hasta 1.500 euros. Si no necesitas liquidez, puedes conseguir una rebaja en la factura fiscal. Si eres autónomo, puedes invertir cerca de 4.000 euros en un plan de autónomos».

«Y, si tienes plan de empresa, según lo que la empresa aporte, podrías acumular hasta 10.000 euros en planes de pensiones», detalla.

Los nuevos Planes de Pensiones de Empleo Simplificados (PPES) para autónomos permiten a este colectivo realizar unas aportaciones máximas anuales de hasta 5.750 euros a planes de pensiones.

Fondos de inversión o ETF

Si tienes más capacidad de ahorro, deberías recurrir a productos diversificados y de bajo coste: los fondos de inversión indexados o los ETF ya que, a nivel tributario, en 2025 no se contempla ninguna actualización que perjudique a estas inversiones.

«Otra alternativa sería considerar productos financieros que combinen distintos tipos de activos, como fondos de inversión diversificados o temáticos, que permiten acceder a sectores interesantes, como la sostenibilidad o la innovación, sin necesidad de una gestión activa por parte del inversor», explican los asesores asociados a la EFPA.

«En cualquier caso, lo más importante es evaluar bien las opciones disponibles y, si es necesario, contar con el apoyo de un asesor financiero que pueda orientar en función de los objetivos y necesidades de cada persona. Al final, la clave está en tomar decisiones informadas, con cautela y siempre pensando en el largo plazo», añaden.

Siguiendo también la estrategia de Wakefield, la cartera permanente de Harry Browne, un 25% de la cartera debería estar en renta variable a largo plazo —que puede estar invertida en acciones, fondos o ETF, por ejemplo—.

Deuda corporativa

El 25% restante de esta distribución, iría a la renta fija, dentro de la cual se encontraría la deuda corporativa o de los Estados. En este caso, Bellobí cree que lo más importante es elegir dónde inviertes.

«Es decir, renta variable, sí, pero depende de dónde inviertas. Renta corporativa, también. Hay oportunidades de renta corporativa que vinieron con el repunte de los tipos, pero hay que vigilar más que nunca a qué empresas te estás asociando», advierte.

«Europa podría ser una alternativa más prudente. Los bonos corporativos europeos han mejorado en rentabilidad y podrían seguir siendo una opción estable, especialmente si los tipos de interés se mantienen controlados», dicen los asesores.

Para Wakefield, autora de Finanzas Conscientes: La base para tu independencia financiera, la cartera ideal estaría entre un 50% y 60% de renta variable, un 15% o 20% de renta fija, cerca de un 20% en inversiones alternativas y un 5% o 10% en criptomonedas.

«Si se busca crecimiento a largo plazo, la apuesta se podría decantar por dar mayor peso a la renta variable, siendo Estados Unidos la opción más atractiva, mientras que, si se prefiere estabilidad, la renta fija en Europa puede ser más adecuada«, argumentan también Saúl Martín y Yurena Almeida, delegados territoriales del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España en Canarias.

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